Es una danza que ya no se baila. El Inguruko de Larunbe pertenece a la familia de los ingurutxos.
El único testimonio que poseemos de esta danza lo debemos a las investigaciones que los miembros de la asociación Ortzadar, de Iruña, realizaron en los años 80 del siglo pasado. Este es el testimonio de nuestros informantes Francisca Gorostieta Urdangarin y Evaristo Lizaso Madoz (nacidos, respectivamente, en 1900 eta 1898):
En un principio, antes de 1912, sólamente venía un txistulari acompañado por su “silbo” y tamboril que los entrev...leer más
En un principio, antes de 1912, sólamente venía un txistulari acompañado por su “silbo” y tamboril que los entrevistados identifican con Lumbreras de Pamplona, que también tocaba la gaita. Llegan a confundir cosas de instrumentos debido a que ambos fueron únicamente espectadores de los hechos narrados debido a su corta edad. Posteriormente venían músicos de Etxauri… Por las tardes, después de comer, en torno a las 4,30 o 5 se iniciaba el baile que se prolongaba toda la tarde.. Un día se hacía en un barrio y al siguiente en el otro. Las fiestas duraban 3 días… En primer lugar ejecutaban la danza del “inguruko” alrededor de la era. Mozos y mozas emparejados danzaban al son del txistu y tamboril. Primero bailaban sólo los mayordomos y después toda la cuadrilla que contaba con más de 30 elementos. El mayordomo y la mayordoma encabezaban el grupo en el que chicos y chicas se enfrentaban al compás de la música a la vez que avanzaban (algunos llevaban “postizas” y los demás “a pitos”). La vestimenta usaban la de los domingos, chaqueta (se la quitaban para bailar), chaleco, camisa blanca... para bailar se ponían alpargatas blancas. Los mayordomos se distinguían de los demás porque llevaban un pañuelos de seda blanco colgado del cuello. Una vez terminado el inguruko bailaban “porrusaldak” y “jotas” hasta el atardecer, cuando se retiraban a cenar. Durante la noche, encerrados en la casa más grande o elegida, proseguían el baile, jotas, etc. pero con instrumentos de cuerda. Los mozos vestían chaleco o camisa, ya que las chaquetas dominicales se las quitaban para bailar. Lo mismo hacían con los molestos y puntiagudos zapatos que sustituían por alpargatas blancas (las chicas también se las ponían). El inguruko se dejó de bailar hacia 1912.
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