Ezkila fraile (lit. el fraile del cencerro) es una danza que ya no se baila.
Los dantzaris, colocados en una fila, debían seguir al primero en sus movimientos y repetir aquello que él hiciera. En el vídeo adjunto puede verse una reconstrucción de la Ezkila Fraile realizada por Andra Mari Dantza Taldea, de Galdakao. Sólo algunos grupos de danzas mantienen la Ezkila-Fraile en su repertorio: Andra Mari de Galdakao, Udaberri de Tolosa…
El P. Donostia publicó en 1930 en la revista Gure Herria una melodía que recogió en 1919 en Luzaide-Valcarlos con el nombre de «Korrea dantza». En ese número recogemos la primera descripción de nuestra danza:
Cette Danse est connue et dansée à Burguete (Navarre). Plusieurs jeunes gens ou “mutilak” suivent un guide. Tous s’engagent à imiter tout ce que celui-ci voudra bien faire, en suivant la musique. Un ou deux garçons sont à côté avec des courroies pour punir ceux qui ne sauront pas imiter les mouvements du chef qui va en tête [Esta danza es conocida y bailada en Burguete (Navarra). Varios jóvenes o «mutilak» siguen a un guía. Todos se ponen de ac...leer más
Cette Danse est connue et dansée à Burguete (Navarre). Plusieurs jeunes gens ou “mutilak” suivent un guide. Tous s’engagent à imiter tout ce que celui-ci voudra bien faire, en suivant la musique. Un ou deux garçons sont à côté avec des courroies pour punir ceux qui ne sauront pas imiter les mouvements du chef qui va en tête [Esta danza es conocida y bailada en Burguete (Navarra). Varios jóvenes o «mutilak» siguen a un guía. Todos se ponen de acuerdo para imitar lo que quiera hacer el guía, siguiendo la música. Uno o dos muchachos se colocan junto a ellos con correas para castigar a los que no imitan los movimientos del líder (Donostia, 1930, s.m. 2).
En 1933 fue el auriztarra Agustín Irigarai quien publicó unas notas de la coreografía del Ezkila Fraile, tomadas en 1927:
El típico baile de los «pañuelos» solía tener lugar en la plaza por la tarde; pero antes de comenzarlo ejecutaban los mozos cierta parodia, no exenta de su nota cómica. Formábase una hilera o cuerda de mozos, a los cuales dirigía en sus evoluciones el que pasaba por el más ágil y ocurrente, que provisto de una correa obligaba a los demás a imitarle en sus gesticulaciones y movimientos. No era empresa fácil realizar todas y cada una de las maniobras de director de escena, al menos con la debida prontitud y precisión matemática y sin salirse ni un ápice de la fila. ¡Y había que hacerlo, de lo contrario le venía a uno el consabido correazo! ¡Y no de broma, que bien de veras le venía! Lo cómico solía ser cuando el cabeza de motín besaba a una vieja y los demás tenían que imitarle, bajo la acción siempre de la temible correa… Estas escenas causaban en el público la hilaridad que es de suponer. Conocíase este espectáculo con el nombre de «ezkila-fraile», no acertamos a explicarnos el origen etimológico de semejante palabreja, como no sea algún juego de los muchachos, v.g. el de las “cuatro esquinas” o el “marro”. Lo que sí es posible que el preámbulo este caricaturesco obedeciera a hacer tiempo para que se reunieran las jóvenes en la plaza; y una vez que el grupo de éstas se nutría lo suficiente para hacer la cuerda, comenzaba el baile (A. Irigaray, 1933, 190-192).
Irigaray utiliza el pasado verbal («solía tener lugar»). El libro se publicó en 1933, pero la fiesta que el nombra se celebró en el mes de agosto de 1927 y fue él mismo su organizador:
¡Muchos años hacía que se cambiaron las cosas!: ¡ya no había nada de todo aquello con que estaba uno tan encariñado! Pero llegó un momento en que se soñó con una obra de restauración… Se hizo, pues, una fiesta de San Juan al estilo antiguo, sí, pero en otra fecha y con otro pretexto… Esto dió ocasión a pensar en la recopilación de toda la música que interpretaba Joshé Angel Dorremotz (A. Irigaray, 1933, 185).
La noticia de esa celebración fue recogida por el diario tradicionalista El Pensamiento Navarro y da en la nota tanto las razones del organizador como noticias del estado de la tradición:
Veía con pesar de su corazón cómo las tradicionales, sencillas y honestísimas fiestas patronales de San Juan habían caído en desuso treinta años ha, con riesgo inminente de no ser ya más que un episodio histórico (El Pensamiento Navarro, 13/08/1927, 2).
En este testimonio es notorio el débil estado en que se encuentra la tradición en esas primeras décadas del siglo XX.
En las Obras Completas del Padre Donostia aparece nuevamente la Ezkila-Fraile y esta vez con algo más de información. La partitura está junto a otras de otras danzas de Auritz en un cuaderno propiedad de Fructuoso Elkano y llega a manos de Donostia a través del párroco (Donostia, 1994, 2065). El cuaderno se recibió en agosto de 1944. Un tercer Irigarai se suma a los informantes sobre las danzas de Auritz-Burguete (Faustino Irigarai) y sus notas son añadidas a las partituras de las danzas de Burguete por los colaboradores de la edición. Entre ellas encontramos información sobre la Ezkila-Fraile:
Ezkila-fraile: Inauguración del baile por la tarde en la plaza y en los alrededores. Consiste el baile en imitar todo lo que hace el prior que dirige el baile y lleva una correa (Donostia, 1994, 2066)
La lista de informantes de apellido Irigarai se complementa en 1977. En esta ocasión es Angel Irigarai quien publica la información de un manuscrito guardado en casa. Ángel Irigarai es sobrino de Agustín Irigarai y como éste, nos da una descripción de las fiestas de San Juan y de las partituras y danzas de esos días que, en lo fundamental, sigue a la de su tío:
Las danzas que publicamos en este trabajo, junto a todas sus melodías, las tomamos de un Manuscrito familiar, copiado fielmente del ttunttunero José Angel DORREMOTZ, natural de Almandoz (Irigarai, 1977, 91).
Finalmente, la danza es recogida por Patxi Arrarás en su publicación sobre las danzas de la merindad de Sangüesa. Bajo el nombre de Ezkila-Fraile la recoge en Auritz (1983, 120) y su descripción sigue lo visto hasta ahora. La diferencia más notable es que, en vez de portar el primer dantzari una correa de cuero, llevaría una escoba, tal y como se hace en Baztan. Sin embargo recoge bajo la denominación «Ugal dantza» la misma danza pero esta vez sí, con una correa de cuero en manos del primer dantzari. Incluso da una variante: en esta la correa no sería portada por el primero sino por dos muchachos que irían junto al primer dantzari y que serían los encargados de «castigar» a quienes no imitaran bien a aquél (Arraras, 1983, 129).
En 1970 J.A. Urbeltz y su esposa Miriam Arregi investigaron las danzas de esa parte del Pirineo, sobre todo el ingurutxo. Estimulados por ellos, el grupo de danzas Andra Mari de Galdakao profundizó en la investigación de las danzas de Aezkoa y Auritz y en junio de 1977 presentaron el resultado en Sestao y Tolosa.