DANZAS DE PASTORES DE DICASTILLO-DEIKAZTELU

PRESENTACIÓN

FICHA TÉCNICA
Descripción breve: 

Son danzas que ya no se bailan. Las Danzas de pastores son aquellas que eran realizadas por pastores o personas vestidas como ellos en la nochebuena y en el día de Navidad. 

Entre las misas de Navidad se encuentra la denominada “misa de los pastores”, que recuerda la adoración de Jesús por parte de estos. En estas misas los pastores bailaban, si bien debido a las celebraciones que realizaban en el interior de las iglesias y que fueron consideradas como inapropiadas por la jerarquía católica, las danzas de pastores y la celebración fueron desapareciendo.

De las celebradas en Dicastillo nos da noticia José María Iribarren en su libro “De Pascuas a Ramos” (1946):

Hace unos SESENTA años, en Dicastillo y en la misma Misa del Gallo, salían a bailar, a lo largo del pasillo central de la iglesia, los seis y ocho pastores de las casas principales del pueblo, vestidos con el traje de su oficio. Durante sus danzas entonaban este villancico:

Entre pajas nace

el niño Manuel

y a su lado tiene

la mula y el buey

También Jimeno Jurío les dedica algunas líneas en su trabajo sobre el Folklore de Invierno:

Las danzas de pastores durante la celebración de la misa fueron practicadas hasta entrado nuestro siglo, que sepamos, al sur de Estella (Aguilar, Dicastillo, Cárcar, Andosilla, Azagra) y en las merindades de Sangüesa (Uztarroz, Itzaltzu, Gallipienzo), Olite (Santacara, Falces, Olite, Tafalla y algunos pueblecitos valdorbeses) y Tudela (Corella y Fitero, al menos (Jimeno Jurío, 1988,199)

En 1986, Ortzadar realiza una entrevista a T (nacida en 1907), que llegó a ver las danzas de pastores. Este es el extracto del informe:

(hablando de año nuevo) Hacían una misa a la noche y bailaban los pastores. En los días de Navidad y Reyes también se hacía misa a la noche y bailaban los pastores… Estos pastores eran la mayoría viejos y algún joven tampoco faltaba, pero por lo general estos debían ser sus hijos. Bailaban por parejas y al son de un villancico que se acompañaba con guitarra, “guerrillos” (la pandereta), tambor y bandurria. Estos instrumentos eran tocados por seis músicos que había en el pueblo. Aparte, también tocaban el órgano y por donde sale el aire, ponían unas cazuelas de barro con agua y parecía que estaban cantando unos pajaritos”. La señora T nos cantó estos dos versos:

Yo mi zamarra he de llevar

pues heladito el pobre estará…

Su hermana, que era monja, nos cantó lo siguiente:

Hay qué lindo y qué bello

qué gracioso el niño está,

sus ojitos ya se entonan

Ai! que sí lo quiero adorar

T nos dice que este villancico lo cantaban después los pastores y la gente, pero no dejó claro si era lo que seguía a los primero versos.

Los pastores iban bailando por parejas y con paso como de vals. La descripción que nos dio sobre la danza era la siguiente: 

Iban por parejas en el pasillo que dividía los bancos de las mujeres del de los hombres; unos iban para adelante y otros para atrás (o arriba y abajo) y luego, en un momento determinado, se cruzaban entre ellos. Con el palo que llevaban en la mano pegaban en el suelo.

La señora era muy pequeña cuando lo vio bailar, unos siete años, así que hace unos 70 años que se dejó de hacer. (Ortzadar, 1986, Informe 080/1)

Cuando el Taller de Danza decide la recuperación, en Dicastillo no queda nadie que lo viviera como protagonista, pero tuvo la suerte de contar con la información aportada por personas mayores que, si bien no vivieron aquel acontecimiento, la recogieron de sus padres. Este es el caso de Faustina, nacida el 17 de febrero de 1917, que recuerda a su padre vestido con pieles y cencerros, ya que asistía a dicha ceremonia de la Misa del Gallo.

En 2013, el Taller de Danzas Populares de Tierra Estella/Lizarraldeko Herri Dantzen Tailerra recupero la tradición creando nuevas danzas.

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