Después de la Misa del Gallo los pastores entran a la iglesia donde, tras invitar a los asistentes a ver las danzas, bailarán las siguientes danzas: Bolerak e Itzurun. Seguido hay una breve escenificación sobre la prohibición de bailar dentro de la iglesia. Tras ellos, el turno es para el coro parroquial que interpreta el villancico “Ro, mi niño, ro”. Finaliza el acto con el baile por parte de los pastores de Bolerak, con el que salen de la iglesia.
Acabada la Misa del Gallo celebrada a las 19:30h, dos de los pastores entran en la iglesia por la puerta principal y abren la comitiva, y acercándose al altar invitan a los allá presentes, a presenciar las danzas que los dantzaris (pastores) van a bailar. Estos van entrando en la iglesia tras ellos por su pasillo central, interpretando ya la pieza llamada ‘Bolerak’. Seguidamente se baila ‘Itzurun’. Después de esto, los actores escenifican una breve dramatización alusiva a la prohibición que g...leer más
Acabada la Misa del Gallo celebrada a las 19:30h, dos de los pastores entran en la iglesia por la puerta principal y abren la comitiva, y acercándose al altar invitan a los allá presentes, a presenciar las danzas que los dantzaris (pastores) van a bailar. Estos van entrando en la iglesia tras ellos por su pasillo central, interpretando ya la pieza llamada ‘Bolerak’. Seguidamente se baila ‘Itzurun’. Después de esto, los actores escenifican una breve dramatización alusiva a la prohibición que generó la abolición de las danzas de pastores hace casi 100 años. Finalmente, el turno es para el coro parroquial que interpreta el villancico “Ro, mi niño, ro”, y de nuevo los pastores entran en escena con su primera pieza ‘Bolerak’, que sirve ahora para salir de la iglesia y finalizar el acto.
Entre las misas de Navidad se encuentra la denominada “misa de los pastores”, que recuerda la adoración de Jesús por parte de estos. En estas misas los pastores bailaban, si bien debido a las celebraciones que realizaban en el interior de las iglesias y que fueron consideradas como inapropiadas por la jerarquía católica, las danzas de pastores y la celebración fueron desapareciendo.
De las celebradas en Dicastillo nos da noticia José María Iribarren en su libro “De ...leer más
De las celebradas en Dicastillo nos da noticia José María Iribarren en su libro “De Pascuas a Ramos” (1946):
“Hace unos SESENTA años, en Dicastillo y en la misma Misa del Gallo, salían a bailar, a lo largo del pasillo central de la iglesia, los seis y ocho pastores de las casas principales del pueblo, vestidos con el traje de su oficio. Durante sus danzas entonaban este villancico:
Entre pajas nace
el niño Manuel
y a su lado tiene
la mula y el buey
También Jimeno Jurío les dedica algunas líneas en su trabajo sobre el Folklore de Invierno:
“Las danzas de pastores durante la celebración de la misa fueron practicadas hasta entrado nuestro siglo, que sepamos, al sur de Estella (Aguilar, Dicastillo, Cárcar, Andosilla, Azagra) y en las merindades de Sangüesa (Uztarroz, Itzaltzu, Gallipienzo), Olite (Santacara, Falces, Olite, Tafalla y algunos pueblecitos valdorbeses) y Tudela (Corella y Fitero, al menos” (Jimeno Jurío, 1988,199)
En 1986, Ortzadar realiza una entrevista a T (nacida en 1907), que llegó a ver las danzas de pastores. Este es el extracto del informe:
“(hablando de año nuevo) Hacían una misa a la noche y bailaban los pastores. En los días de Navidad y Reyes también se hacía misa a la noche y bailaban los pastores… Estos pastores eran la mayoría viejos y algún joven tampoco faltaba, pero por lo general estos debían ser sus hijos. Bailaban por parejas y al son de un villancico que se acompañaba con guitarra, “guerrillos” (la pandereta), tambor y bandurria. Estos instrumentos eran tocados por seis músicos que había en el pueblo. Aparte, también tocaban el órgano y por donde sale el aire, ponían unas cazuelas de barro con agua y parecía que estaban cantando unos pajaritos”. La señora T nos cantó estos dos versos:
“Yo mi zamarra he de llevar
pues heladito el pobre estará…”
Su hermana, que era monja, nos cantó lo siguiente:
“Hay qué lindo y qué bello
qué gracioso el niño está,
sus ojitos ya se entonan
Ai! que sí lo quiero adorar”.
T nos dice que este villancico lo cantaban después los pastores y la gente, pero no dejó claro si era lo que seguía a los primero versos.
Los pastores iban bailando por parejas y con paso como de vals. La descripción que nos dio sobre la danza era la siguiente: Iban por parejas en el pasillo que dividía los bancos de las mujeres del de los hombres; unos iban para adelante y otros para atrás (o arriba y abajo) y luego, en un momento determinado, se cruzaban entre ellos. Con el palo que llevaban en la mano pegaban en el suelo”.
La señora era muy pequeña cuando lo vio bailar, unos siete años, así que hace unos 70 años que se dejó de hacer. (Ortzadar, 1986, Informe 080/1)
Cuando el Taller de Danza decide la recuperación, en Dicastillo no queda nadie que lo viviera como protagonista, pero tuvo la suerte de contar con la información aportada por personas mayores que, si bien no vivieron aquel acontecimiento, la recogieron de sus padres. Este es el caso de Faustina, nacida el 17 de febrero de 1917, que recuerda a su padre vestido con pieles y cencerros, ya que asistía a dicha ceremonia de la Misa del Gallo.
La recreación de esta danza se realiza a partir del año 2013. Fue en el Taller de Danza Popular de Tierra Estella, que impartía en la localidad unos cursillos de dantzas, donde se propuso la idea de la recuperación de la Pastorela. Dado que no quedaban protagonistas directos de la tradición, se procedió a trabajar en dos direcciones: lograr músicas relacionadas con la localidad y crear coreografías. Las melodías están tratadas en el apartado de “música”. Las coreografías fueron creadas por miembros del Taller, en su mayoría dantzaris o ex-dantzaris.
Los protagonistas son los “pastores”. Estos pueden ser hombres o mujeres y su número es variable. Puede participar un pastor-director, que vaya solo en cabeza y haga la función de guiar al resto.
Camisa a cuadros o de color crudo y algodonadas; pantalón “azul de Bergara”, de mahón o de pana oscura. Al cuello lleva un pañuelo de cuadros (blanco, azul) y a la cintura un cinto o faja negra. Calzan calcetines de lana y abarcas de goma negra o cuero. La cabeza va cubierta con una txapela. Por encima de estos indumentos, visten espalderos y delanteros de piel de cabra.Alguno de ellos también lleva la trompetilla con que los pastores cabreros avisaban para recoger las cabras y llevarla...leer más
Camisa a cuadros o de color crudo y algodonadas; pantalón “azul de Bergara”, de mahón o de pana oscura. Al cuello lleva un pañuelo de cuadros (blanco, azul) y a la cintura un cinto o faja negra. Calzan calcetines de lana y abarcas de goma negra o cuero. La cabeza va cubierta con una txapela. Por encima de estos indumentos, visten espalderos y delanteros de piel de cabra.Alguno de ellos también lleva la trompetilla con que los pastores cabreros avisaban para recoger las cabras y llevarlas al monte. También portan zurrón y bota de vino.
Evolución: Hacia el año 1917 el traje con el que bailaban los pastores era el siguiente, según la descripción de T (Ortzadar, 1986): “Iban con espaldero de piel de oveja, zagón (un delantal que les llegaba hasta las pantorrillas, también de piel) y una mochila. En la mano llevaban un palo con el que pegaban en el suelo; en los pies llevaban abarcas de cuero y calcetines de lana hechos en casa; si no había lana los hacían de algodón (era un algodón que tenía muchos colorines). A las abarcas les metían paja para ir más calientes. Los pantalones que llevaban eran normales. En la cabeza llevaban un gorro de piel que era redondo y con orejeras que se podían recoger y quedaba como una especie de teja”. (Ortzadar, 1986, Informe 080/1)
Por encima de los espalderos está pensado que se lleven cencerros grandes y pequeños, estando los grandes colocados en los costados,pero a día de hoy no se han incorporado a la indumentaria).
Hacia 1917 el villancico con el que bailaban los pastores se acompañaba de guitarra, pandereta (“guerrillos”), tambor y bandurria.
La primera música seleccionada para la música actual, proviene de los gaiteros de Dicastillo: Aniceto Echeverria Alonso y sus hijos Lucas Echeverria y Teófanes Echeverria. Se trata de una pieza musical titulada “Boleras” que aparece entre las obras del repertorio reunido por Francisco Beruete y publicadas por los Gaiteros de Pamplona (1976) y que según Silvestre Peñas procedería de los antiguos gaiteros de Dicastillo, Aniceto y Teófanes Echeverría. Esta pieza se encuentra publicada por el grupo Txanbela en el disco homónimo publicado en 1984 por la discográfica IZ.
Sobre el origen de esas “boleras” no hay mucho qué decir y es difícil de establecerse. Es posible que sean de producción propia, aunque también pueden haber sido tomadas de otros lugares visitados por los gaiteros de Dicastillo. De hecho, existen noticias de la participación de estos gaiteros, junto con gaiteros o bandas de otras localidades, en festividades celebradas fuera de las propias localidades, como puede ser Bilbao u otras. En esos contactos ha podido haber enriquecimiento en el repertorio. En concreto, estas Boleras se tocan y bailan también en la localidad aragonesa de Tauste desde hace mucho tiempo atrás. Allí lo denominan “El Bolero de Tauste” y, aunque no forma parte del famoso ‘Dance de Tauste’, siempre lo acompaña y se baila incluso de manera popular. La relación entre Tauste y los dulzaineros de Lizarra-Estella es antigua (Cebamanos, 2012) y ahí puede estar el origen de nuestras Bolerak. Las partituras del “Bolero taustano” y del “Bolero navarro” aparecen publicadas por Joaquín Cebamanos en su monografía sobre el Dance de Tauste (Cebamanos, 2005).
La otra melodía elegida para la Pastorela es la pieza “Itzurun” que se publicó en el disco “Orhiko Xoria” (Elkar, 2006). Se trata de una pieza creada por Joan Mari Beltran en homenaje a los Gaiteros estelleses Pérez de Lazarraga, "Zapatericos". Si bien pensó denominarla "Lizarratik Donostiara” debido al periplo vital de los gaiteros, finalmente la pasó a una comparsa guipuzcoana de gigantes con el nombre de Itzurun. Fue elegida como complemento a “Bolerak” debido al protagonismo que tiene la gaita.
El villancico “Ro, mi niño, ro” pertenece a la obra de Silvestre Peñas Echeverría, compositor, organista y director (Dicastillo, 1896 - Pamplona,1985).
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