ZAHAGI DANTZA DE SANTESTEBAN-DONEZTEBE

La danza de Zahagi se realizaba el día del Corpus Christi y, en general, todos los días en que se hacía «Edate». El «Edate» es la invitación que hacía el Ayuntamiento de Doneztebe en días señalados: a todo el que apareciera por la plaza después de misa se le ofrecía pan y vino. Así lo describía Francisco Eraso (1990):

«[...] en la Plaza de la iglesia, llamada Plaza Vieja, se colocaban las autoridades, eclesiásticas y civiles, a la derecha según se sale de la iglesia, en las sillas que junto con una mesa se traían del Ayuntamiento, para desde allí presidir la fiesta. Esta comenzaba con el ‘Edate’, que era un convite de pan y vino a todos los asistentes y se desarrollaba del modo siguiente: El rematante de la Alhóndiga Municipal y demás arbitrios (llamados ‘sisas’), tenía la obligación de suministrar, por su cuenta, un pellejo (zagi o zaragi) de vino y el Ayuntamiento proporcionaba el pan, que luego se distribuía a los concurrentes. A las autoridades les servía el alguacil pastas y licores por cuenta del Ayuntamiento. Colocadas las autoridades en la presidencia y llegado el pan a la plaza, salía de la Alhóndiga el pellejo de vino conducido en una carretilla, escoltada por los mozos que iban a participar en el baile y precedido de los chistularis que ejecutaban, siempre, por tradición, el ‘Edate soñua’. Al llegar a la plaza, se repartía el vino y el pan entre el público, realizándose el ‘Edate’. Mientras, los chistularis paseaban por la plaza, amenizando la fiesta ejecutando diversas piezas…(Eraso, 1990, 14).

Y continúa en otra página: 

«Como remate del baile y de la fiesta, se bailaba el «zagi dantza» antes de devolver el pellejo, ya vacío de vino e inflado de aire, a la alhóndiga. Por supuesto: el «zagi dantza» se bailaba los días que se hacía o se sacaba el «edate» (Eraso, 1990, 18).

En 1976, TVE entrevistó a F. Eraso sobre las danzas de Doneztebe. Coincide con la mayoría de las líneas mencionadas más arriba, pero dice que la Zahagi dantza se hacía para comenzar el baile y que esta era la diferencia más evidente con la Zahagi dantza de Goizueta: «Mientras que aquí [la Zahagi dantza] era para iniciar el baile, en Goizueta la hacían, generalmente, después de la merienda».

La descripción que da Eraso en el citado artículo la hace para el día del Corpus y no queda claro si en carnaval se bailaba la Zahagi dantza o no: «Estos bailes que el Ayuntamiento organizaba el día de Corpus Christi, cualquier día festivo del resto del año organizaban los mozos» (Eraso, 1990, 18). ¿Se bailaba la Zahagi dantza cualquier otro día? No lo sabemos, pero el Padre Donostia nos la describe como una danza de carnaval: «Un baile que se ejecuta en Doneztebe-Santesteban, la tercera noche de Carnaval » (San Sebastián, 1994, 2142). Y continúa:

«Una ronda de muchachos en dos hileras, con palos al hombro, van al compás del ttun-ttun, llevando en medio de sus filas un mozo, que con unas cuerdas tiene atado sobre sus espaldas un pellejo inflado. En la primera parte de la melodía marchan rítmicamente los danzantes con sus palos al hombro. En la segunda parte chocan los palos cruzados sobre el portador del «zagi», golpeando el pellejo sonoramente en los puntos señalados con una cruz [en la partitura] »(ibidem).

F. Eraso también hace una descripción general de la coreografía de la danza de la danza:

«El pellejo (zagi) en el que se trae el vino para el «edate», inflado de aire, lo toma sobre sus espaldas uno de los mozos, sujetándolo con las manos y atándoselo con una cuerda. A los lados de este se colocan los demás mozos en dos filas, portando a cada palo que lo llevan sobre el hombro. Van al compás del chistu, que, naturalmente, toca la composición propia de esta danza. En la segunda parte de la melodía, chocan los palos en las notas que van acentuadas, cruzando sobre el portador del pellejo y golpeando en este en las notas que en la partitura están marcadas con una cruz. De esta forma dan una vuelta a la plaza y se dirigen a la alhóndiga, donde acaba la fiesta con la entrega del pellejo» (Eraso, 1990, 18).

La descripción de Donostia es más antigua que la de Eraso y, junto con la partitura, la publicó en la revista Txistulari en 1928 (Santamaría, 1990, 21). La partitura era de Anastasio Oiz, txistulari de Doneztebe, según el P. Donostia. Probablemente se trate de Anastasio Ortiz, que posteriormente sería el informador de Francisco Eraso. De hecho, Santamaría dice que la partitura de Eraso es idéntica a la de Donostia (Ibidem).

Patxi Arraras también hace una descripción de la Zahagi dantza. En su publicación dice que los danzantes de palos no van andando, sino bailando: «El ritmo musical se marca con los pies, un paso-salito [en la medida de una nota] Negra en la primera parte del compás y dos pasitos-corchea, con pies alternos, en su parte débil» (Arraras, 1987, 113).

Si se ve la grabación de 1976, nos daremos cuenta de que hay tres odres. En la citada entrevista el periodista pregunta a F. Eraso al respecto, si la diferencia entre las Zahagi danzas de Goizueta y Doneztebe radica en eso, en el número de odres: uno en Goizueta y tres en Doneztebe. La respuesta de Eraso es enigmática: «Puede ser». F. Arraras también toca el tema: «Esta danza deben interpretarla cuatro «makildantzaris», pero pueden establecerse tantos como múltiplos de cuatro se deseen, teniendo en cuenta que por cada cuatro bailarines debe haber un odre» (Arraras, 1987, 113).