Danza en círculo bailada por dos filas de dantzaris que bailan en parejas. También se hacen puentes (zubiak). Aunque el número de Inguru haundiak puede ser variable, en Betelu se bailan cuatro. Intercalados entre el primer y el tercer Inguru haundi, el Kapitain (primer dantzari) y el Azkendari (último dantzari) bailan dos Zortzikos. Tras el tercer Inguru haundi se realiza el puente (zubia), comenzando a pasar por debajo del mismo la última pareja y colocarse, así, en primer lugar. Con la pareja azkendari convertida en kapitaina, bailan otro Inguru haundi. Al terminar este realizan un nuevo puente que los devuelve a las posiciones iniciales.
Actualmente se emplean dos melodías para bailar los Inguru haundiak. Ambas fueron recogidas por Txomin Agirregomezkorta de F. Urrizalki y arregladas por aquél. Estas son las que tocan los txistularis actualmente.
En su Cancionero Popular Vasco, R.M. de Azkue también publicó dos melodías a las que denominó «Ingurutxu I» e «Ingurutxu II» (Azkue, 1922, 394). Estas dos melodías no aparecen entre las que Urrizalki llevó a las partituras. En c...leer más
En su Cancionero Popular Vasco, R.M. de Azkue también publicó dos melodías a las que denominó «Ingurutxu I» e «Ingurutxu II» (Azkue, 1922, 394). Estas dos melodías no aparecen entre las que Urrizalki llevó a las partituras. En cambio, Patxi Arrarás sí que tomó una de ellas («Ingurutxu I») y la publicó con el nombre de Pañuelo dantza (Arrarás, 1987, 169).
Arrarás da dos maneras de bailar el Inguru haundia y a cada una le da un nombre. Primero se realizaría la «Pañuelo dantza», con los dantzaris levantando los brazos internos de la pareja y las manos unidas por un pañuelo. Terminada esta danza se bailaría el «Zakur dantza». Los pasos que se dan son los mismos, pero ahora los bailarines bailan sueltos:
Los muchachos recogen los pañuelos que les une a su pareja y, puesto al cuello, dan comienzo al Zakur dantza. Esta última parte se baila de manera similar a la anterior, con la diferencia de que las parejas avanzan sueltas, con los brazos ligeramente arqueados en alto, al mismo tiempo que hacen castañetas con los dedos de ambas manos, marcando el ritmo de la melodía (Arrarás, 1987, 42).