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La tesis doctoral titulada, Vida cotidiana en la industria textil algodonera catalana bajo el franquismo: El caso de Roca Umbert S.A. en Granollers, 1956-1966, pretende contribuir a la salvaguarda de una de las principales piezas del patrimonio industrial catalán, la centenaria fábrica textil algodonera de la familia Roca Umbert en Granollers, Barcelona. Para ello se recupera el patrimonio inmaterial, constituido por los testimonios orales de una muestra representativa de sus empleados de diferentes géneros, generaciones, orígenes y categorías profesionales. Posteriormente esta documentación se contrasta con documentos escritos, buena parte de los cuales proceden del archivo empresarial, pero también de la prensa de la época y de la historiografía. La factoría ocupó una media de 1.000 personas en el decenio estudiado. Estas personas bajo el liderazgo de los empresarios produjeron metros de tela con los cuales más tarde se confeccionarían uniformes, ropa de mujer, de hombre y para el hogar. Como la empresa era de las pocas que realizaba el proceso integral del algodón estuvo en el grupo de cabeza del sector. A la vez que junto a otras factorías textiles de la localidad alimentaba un amplio tejido industrial. El análisis riguroso de la documentación recopilada permite la reconstrucción de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores; además de sus mentalidades en el contexto de unos años llenos de cambios socio-económicos bajo el régimen franquista. Una dictadura que a partir de 1959 deja el capitalismo corporativista y adopta el liberalismo económico. Dicho cambio favoreció la modernización de España y favoreció su convergencia con el resto de Europa Occidental. En ese proceso los Estados Unidos jugaron un papel clave. A cambio de obtener otro aliado para la Guerra Fría aportaron al régimen la ayuda necesaria para estabilizar su balanza comercial. A la vez que los técnicos estadounidenses asesoraron a las empresas españolas para que se adaptaran a la economía de mercado. Les pareció imprescindible aumentar la capacidad productiva mediante la aplicación del taylorismo y de Convenios Colectivos. El incremento de la productividad implicó una mejora en las condiciones de vida de los empleados de Roca Umbert. Sin embargo la empresa pasó de ser el lugar donde aprender un oficio y conseguir un empleo para toda la vida a ser la puerta de acceso a un empleo precario. La empresa continuó siendo competitiva porque era capaz de producir más con empleados no cualificados y por tanto más baratos. El régimen garantizaba a la Compañía una parte del mercado español en exclusiva. Al caer la dictadura en 1977 la empresa se reestructuraría pero estaba carente del capital humano necesario para evitar la decadencia y el cierre. Roca Umbert como otras grandes firmas catalanas del sector tuvo la capacidad suficiente para asegurarse el reclutamiento de mano de obra femenina a cambio de un salario bajo y su fidelización mediante una serie de dispositivos paternalistas: una guardería, un aula de costura, un economato y el uso del favor como moneda de cambio. El pacto fue aceptado por las mujeres, que constituían la mayor parte de la plantilla, porqué su salario era necesario para mantener a sus familias y el trabajo en el sector textil era uno de los pocos que la legislación laboral les permitía hacer tras el matrimonio. La investigación hace evidente como la jerarquía empresarial y el estado favorecieron la discriminación de la mujer para aumentar al máximo el margen de beneficios. En las páginas siguientes podrán comprobar cómo el día a día en Roca Umbert SA no es un caso aislado, sino una muestra de la vida cotidiana condicionada por trabajar en el sector textil catalán durante el franquismo.