El jauzi es una danza en círculo cerrado. El paso inicial se realiza en la dirección contraria a las agujas del reloj y los dantzaris bailan haciendo arcos sobre la circunferencia que forman.
Como se ha comentado más arriba, los jauzis son danzas que se realizan en círculo cerrado. Los y las dantzaris bailan realizando arcos en la circunferencia que define ese círculo, siempre en dirección contraria a las agujas del reloj. Por eso siempre se empieza a bailar con el pie derecho.
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Los jauzis están compuestos de pasos reglados por la tradición, que tienen una duración variable y que reciben un nombre que les es propio y que puede cambiar de unas zonas a otras. El aprendizaje de estos pasos da la posibilidad de bailar cualquier jauzi, aunque no se sepa de antemano la sucesión de pasos que lo componen. Esto es debido a que, en el estado actual de la tradición, los pasos son «marcados» por uno de los dantzaris.
Los jauzis se bailan en las fiestas patronales, carnavales, Kabalkadas, etc. En la actualidad se han creado grupos de euskal dantzak en toda Euskal Herria que han creado calendarios para bailar jauzis. Así que se han multiplicado las ocasiones de bailarlos.
Los jauzis se han bailado en toda Iparralde y también en Béarn. Al sur de los Pirineos los jauzis tienen su correspondencia en las mutil dantzak del Valle de Baztan.
Los jauzis conforman un sistema de danza que se basa en una serie de pasos establecidos por la tradición, aunque con variantes locales. Saber de memoria los jauzis, especialmente los más largos y difíciles, en la tradición antigua era lo que daba renombre a la juventud de un pueblo. Pero desde ...leer más
Los jauzis conforman un sistema de danza que se basa en una serie de pasos establecidos por la tradición, aunque con variantes locales. Saber de memoria los jauzis, especialmente los más largos y difíciles, en la tradición antigua era lo que daba renombre a la juventud de un pueblo. Pero desde hace tiempo uno de los dantzaris o el músico «canta» los pasos en voz alta. Los jauzis se pueden bailar de dos maneras: «al paso o urratsian – el estilo antiguo –» (Sagaseta, 2011, 40), es decir, andando, o haciendo el movimiento llamado antrexatak en algunos momentos del paso, saltando. El músico bajonavarro Fauxtin Bentaberri fue quien introdujo las antrexatak en Baja Navarra.
En Iparralde reciben el nombre de «jauzi», pero también «mutxiko». Este nombre puede estar relacionado con el de las danzas de Baztan (mutil dantzak) si «mutxikoak» proviniera de la palabra muttikoak. Por muy arraigado que esté Béarn, también ahí llaman «saut basque» a la variante que allí se baila (Guilcher, 1984, 69).
Por otro lado, y entre los vascos, los jauzis se clasifican de dos maneras: jauzis largos (luzeak o osoak) y jauzis cortos (laburrak o jauzi buztanak). La clasificación se refiere a su longitud, pero también a su naturaleza. De hecho, los primeros se pueden bailar sólos, de manera independiente. Los segundos también pueden ser bailados solos o acompañando a un jauzi largo, dándole fin. En este caso reciben el nombre de segidak o «suite».
En lo que a la participación se refiere, tanto M.A. Sagaseta (1975, 1977, 2011), como J.-M. Guilcher, ambos nos documentaron que era una danza de hombres:
Como es natural, llegado el día de la presentación en público, las chicas forman parte de la comitiva junto con los Bolantes… A continuación pretenden también bailar los Jauziak. Mas ¡Oh delito! Jamás se ha visto cosa tal. Los Jauzis se han bailado siempre sólo por hombres. Sería intolerable que una moda moderna… (Sagaseta, 1975, 121)
Le saut basco-béarnais n’est en principe dansé que par des hommes. En public du moins. Assez généralement en effet les vieillards concèdent qu’ils ont connu des femmes dansant plus ou moins remarquablement les sauts. Mais elles ne le faisaient qu’en famille, dans le secret des maisons [Normalmente, el salto vasco-bearnés sólo lo bailan los hombres. Al menos en público. Por lo general, los viejos admiten que han conocido a mujeres que bailaban los jauzis de forma más o menos notable. Pero sólo lo hacían en familia, en la intimidad de sus hogares] (Guilcher, 1984, 71)
Pero también recogen testimonios de que esto no era siempre así. Sagaseta nos informó de que «existen noticias de haber tomado parte en los Jauziak alguna mujer en tal o cual ocasión», poniendo ante nuestros ojos las declaraciones de Pierre Lhande:
En las fiestas vascas de Maule celebradas ante el célebre explorador vasco Antoine D’Abbadie, se le vio a una joven de Garindaine subir al estrado para l danza final, ocupar su puesto en medio de los mejores dantzaris y evoljucionar en el círculo ondulante con una dignidad y un arte maravilloso. Le escuchamos incluso indicando a su vecino distraído, o despreocupado, los momentos de las antrexatak y vueltas (Sagaseta, 2011, 176, n. 33).
Guilcher nos decía que era de hombres «en principe», en principio, para después aportar las excepciones:
Cette règle souffre quelques exceptions. Il arrive qu'à une certaine date (autrefois à Ispoure, le troisième jour de la fête) les femmes dansent le saut avec les hommes. Le fait paraît rare dans le demi-siècle écoulé. L’était moins à des époques plus lointaines? Sauveur Harruguet l’affirmait: «L’on ne voit guère que des hommes pratiquant de nos jours ces sauts. Jadis les femmes s’y adonnaient couramment, et, dans toutes les réjouissances, elles prenaient rang dans le cercle des danseurs. Elles y tenaient même brillamment leur place»… Quelques textes du XIXe siècle donnent à cette façon de voir une apparence de confirmation… (baina) aux mêmes dates d’autres auteurs, en plus grand nombre et généralement mieux placés, disent expressément le contraire [Hay algunas excepciones a esta regla. En una fecha determinada (antiguamente en Izpura, el tercer día de fiestas), las mujeres bailan el jauzi con los hombres. Esto parece ser una rareza en el último medio siglo. ¿Era menos frecuente en épocas anteriores? Según Sauveur Harruguet: «Hoy en día, sólo se ve a hombres bailando jauzis. En el pasado, era habitual que lo hicieran las mujeres, y en todas las festividades ocupaban su lugar en el círculo de bailarines. Incluso ocupaban brillantemente su lugar»... Algunos textos del siglo XIX dan a esta opinión un aire de confirmación... (pero) en las mismas fechas otros autores, más numerosos y generalmente mejor situados, afirman expresamente lo contrario] (Guilcher, 1984, 72).
Si bien en el pasado pudo ser así, hoy en día la participación es libre, sin distinción por género o sexo.
Los instrumentos con los que tradicionalmente se han ejecutado los jauzis han sido la txirula o el violín (Guilcher, 1984, 73), pero a partir del primer tercio del siglo XX el clarinete, la orquestina, las fanfarres, txarangas o el acordeón toman el relevo de la txirula. Hoy en día, cualquier instrumento puede ser empleado.
Los jauzis han sido bailados tanto en situaciones informales (como los bailes de las fiestas patronales o de cualquier fiesta), como en otras cuya participación es más reglada, como las kabalkadas o las toberas. Pero si el jauzi ha sido algo, esto ha sido un modo de concreción de la representación de la juventud de una localidad:
S. Harruguet affirme qu'autrefois, dans certaines fêtes de Basse-Navarre, l’honneur de danser le premier saut basque se serait disputé entre communes «à beaux deniers comptants dont bénéficiaient les organisateurs» [S. Harruguet afirma que, en el pasado, en algunas fiestas de Baja Navarra, el honor de bailar el primer jauzi se lo disputaban los pueblos «en dinero contante y sonante, del que se beneficiaban los organizadores»] (Guilcher, 1984, 76).
Los jauzis llegaron muy debilitados al siglo XX. Esa decadencia fue total en Lapurdi, mientras que en Baja Navarra se mantuvieron en mejor estado. Pese a ello, esto comentaba S. Harruguet en 1927:
Anciennement on y cultivait un bien plus grand nombre de sauts et de suites dont beaucoup sont tombés en désuétude [En el pasado, se cultivaba un número mucho mayor de jauzis y segidak, muchos de los cuales han caído en desuso.] (Guilcher, 1984, 83)
Las causas de ese retroceso pueden ser variadas. Sagaseta se ventura a dar algunas: la guerra franco-prusiana, las danzas de moda (polkas, mazurkas, chotis, valses, fandangos…), las dos guerras mundiales y los nuevos instrumentos musicales (Sagaseta, 2011, 183).
Según Sauveur Harruguet, en Baja Navarra solamente se mantenían «nueve jauzis y cinco segidas». Sagaseta nos informó en su libro «Danzas de Valcarlos», de 1977, que en Luzaide, en aquel momento se conocían «once» (Sagaseta, 1977, 36). Pero conocer no es lo mismo que bailar: por lo menos una de ellas (Xibandiarrak) se volvió a bailar a raíz de su investigación. Treinta y cuatro años más tarde:
Entre los Jauziak largos y los breves o finales que he recogido pasan de cuarenta los que tienen su nombre, aparte los muchos finales que carecen de encabezamiento. También he tenido noticia de otra docena de títulos, pero cuya música se puede dar por perdida (Sagaseta, 2011, 184)
Desde final de los años setenta del pasado siglo los jauzis han vivido un renacer, un fortalecimiento. Su situación es incomparablemente mejor que antes de esa década. Ahora los jauzis se bailan por doquier, por toda Euskal Herria. Existen grupos de aficionados a los jauzis por todo el país que han establecido calendarios de ocasiones para bailar los jauzis. Uno de los principales «culpables», responsables, de esta nueva situación fue M.A. Sagaseta. Sus trabajos sobre los jauzis de Luzaide, sobre los jauzis, han posibilitado el conocimiento de sus partituras y de los modos de bailarlos.
Además, y por otro lado, no cesa la producción de nuevos jauzis, algunos de los cuales toman prestados pasos de las mutil dantza de Baztan.
Depende de la naturaleza del baile. En las kabalkadas, en las toberas... se bailan con el traje que tienen asignado los personajes de estas expresiones culturales. En las fiestas patronales y en los bailes populares, cada uno con la ropa que quiera.
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