La Sanjuanera se baila en el contexto de la celebración de la víspera de San Juan, en el mes de junio, tras la quema del monigote llamado “txapalangarra” o “chapalangarra”. A las 12 del mediodía del día 23 se cuelga y voltea dicho monigote en la Plaza de los Fueros. Por la tarde-noche, a las 21h. se descuelga y se le lleva a la plaza Los Paseos, donde se le quema. A continuación se baila la Sanjuanera. En Los Paseos, los gaiteros de la Asociación Gaiteros de Cintruénigo interpretan ...leer más
La Sanjuanera se baila en el contexto de la celebración de la víspera de San Juan, en el mes de junio, tras la quema del monigote llamado “txapalangarra” o “chapalangarra”. A las 12 del mediodía del día 23 se cuelga y voltea dicho monigote en la Plaza de los Fueros. Por la tarde-noche, a las 21h. se descuelga y se le lleva a la plaza Los Paseos, donde se le quema. A continuación se baila la Sanjuanera. En Los Paseos, los gaiteros de la Asociación Gaiteros de Cintruénigo interpretan el baile, que puede ser bailado por quien quiera. La danza puede ser cantada:
A casa de la Rosario
ya no se puede subir
Porque han puesto al Manolita
De guardia con un fusil
Eso es verdad, eso es verdad
Porque lo he visto yo
Yo tuve una novia
que era mucho postinera
y en día me la llevé
a la sombra de la higuera
Y quítate esa mancha,
esan mancha, esa mancha,,
que te has manchau (tres veces)
Si la manga se ha manchado
la mancha se limpiará
y las mozas de ese baile
¡que bailen!
Con los mozos bailarán
Si el vino del Isidrito
no se vendiera, no se vendiera
no cogerían los mozos
tan a menudo las borracheras
Si el azúcar de la Pascuala
nos e vendiera, no se vendiera
no serían las mujeres
tan lambineras, tan lambineras
Ya viene el señor San Juan
y ojalá que no viniera
porque se van mis amores
a segar a la Ribera.
Antiguamente, a las 12 del mediodía se procedía a colgar unos monigotes en los balcones de las casas, llamados chapalangarras y, al atardecer, se volteaban y después se los descolgaba para ser arrastrados por las calles. Así se los llevaba a las afueras del pueblo, donde eran destrozados por las «viudas» y quemados en las hogueras. Tras la quema de los monigotes en las hogueras se bailaba la Sanjuanera, que era un baile que se bailaba y se cantaba. Tras las hogueras, el baile y la c...leer más
Antiguamente, a las 12 del mediodía se procedía a colgar unos monigotes en los balcones de las casas, llamados chapalangarras y, al atardecer, se volteaban y después se los descolgaba para ser arrastrados por las calles. Así se los llevaba a las afueras del pueblo, donde eran destrozados por las «viudas» y quemados en las hogueras. Tras la quema de los monigotes en las hogueras se bailaba la Sanjuanera, que era un baile que se bailaba y se cantaba. Tras las hogueras, el baile y la cena se iba de romería al campo, donde se hacía una chocolatada para desayunar. Al regreso se recolectaban flores de albahaca y ramas de cerezo para ofrecerlas al patrón en la misa del día siguiente.
Los chapalangarras vienen a ser una representación del mal y las «viudas» representan, a su vez, a las personas que lo han padecido durante el último año. Esto es, no son necesariamente personas de esa categoría social, sino personas que, vestidas de luto, representan a quienes han sufrido durante el año.
El nombre de Chapalangarra (también escrito Txapalangarra) hace referencia a una general de la guarnición de Logroño durante las guerras carlistas. Sus exacciones para alimentar a la tropa lo convirtieron en símbolo del mal.
La tradición de la Sanjuanera fue perdiendo fuerza hasta que, en los años 80 del siglo XX, sólo los monigotes se pasean por el pueblo. Tan sólo dos mujeres mantenían viva la tradición en esos años:
«con una pandereta y unas castañuelas bailaban por las calles cantando las coplas y bailando joticas de forma excepcional» (AASC, 2019).
La recuperación se realiza en el contexto de una investigación iniciada por Javier Murillo a partir de la información ofrecida por «la tía Raimunda, Juanita, Paquita y la Tanis, que les fueron documentando en las variadas coplas, en el baile y en las tradiciones…» (García y Montes, 1999, 10). La jota fue enseñada por Juana Virto, que en el momento de la recuperación contaba con 81 años (AASC, 2014, 15). También se recuperaron las coplas. Entre otras personas, se resalta la colaboración de Raimunda Mateo, María Sanchez la Tanis y Nieves Navascués (AASC, 2014, 12).
La tradición, tanto los actos de la mañana como los vespertinos, se recupera en 1989 por parte del grupo de danzas de Cintruénigo (posteriormente Asociación de Amig@s de la Sanjuanera de Cintruénigo y Gaiteros de Cintruénigo), adecuándola al contexto del momento. Su objetivo no es solamente recuperar y mantener este baile, sino, también, las coplas que se cantan así como las ritos relacionados con el cuelgue y la quema del Chapalangarra. Para 2004 ya es considerado «baile tradicional» (DN, 23/06/2004, p. 76).
El lugar donde se bailaba la Sanjuanera ha estado condicionado por el número de músicos que tocaban. Cuando han sido sólo los gaiteros, se bailaba junto a la hoguera. Si era la Banda la que amenizaba, esta tocaba desde el kiosko de Los Paseos. Desde 2012, año en que se armoniza para Banda y Gaitas, se toca desde el kiosko.
Es libre.
La indumentaria recrea la de los cirboneros y cirboneras de finales del siglo XIX. La recuperación la llevó a cabo Javier Murillo. Sin embargo, al ser libre la participación, la vestimenta empleada es la «de calle», no hay ninguna especial. Sólo los miembros de la Asociación de Amig@s de la Sanjuanera visten al estilo del siglo XIX.
La «Sanjuanera» es una jota anónima «de una antigüedad mayor de 130 años» (AASC, 2019) y que se ha mantenido por vía oral, sin partituras. Está compuesta «por un vals, una jota navarra, arin arin vasco y jotica aragonesa» (AASC, 2019). En el año 2012, se encarga una partitura para banda y gaita a Ricardo Oficialdegui y César Jimeno, miembros de Gaiteros de Artajona y de la banda de Artajona. Ese año es tocada, por primera vez, con banda y gaita. Sin embargo, las primeras partituras para gaita son de los Gaiteros de Tudela. Actualmente, se viene alternando con banda y gaita.
Antiguamente, la hoguera era amenizada por la banda municipal. Siendo uno se las actuaciones que realizaba habitualmente durante el año. Como los músicos de la banda, solían ir a tocar en esas fechas a otras localidades, comenzaron a tocar los gaiteros. El primer grupo de gaiteros locales comenzó a principios de los años 90
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