El ingurutxo de Iribas es bailado por el Grupo de Danzas Basakaitz todos los años en las fiestas del pueblo, el último fin de semana de agosto. Al ser bailado por el Grupo de Danzas Basakaitz, se utiliza indumentaria especial para bailar. Es por ello, entre otros motivos, por lo que el ingurutxo hace tiempo que dejó de ser una danza “popular”, en el sentido de abierta a todos y todas.
El ingurutxo lo conforman cuatro danzas hoy en día (Inguru handia, zubiak, Inguru ...leer más
El ingurutxo de Iribas es bailado por el Grupo de Danzas Basakaitz todos los años en las fiestas del pueblo, el último fin de semana de agosto. Al ser bailado por el Grupo de Danzas Basakaitz, se utiliza indumentaria especial para bailar. Es por ello, entre otros motivos, por lo que el ingurutxo hace tiempo que dejó de ser una danza “popular”, en el sentido de abierta a todos y todas.
El ingurutxo lo conforman cuatro danzas hoy en día (Inguru handia, zubiak, Inguru txiki y el zortziko o belauntziko) a las que se suman un fandango o jota, una porrusalda o bizkaiko y una kalejira final. Al igual que en otros ingurutxos, estas últimas no son propiamente danzas del ingurutxo, pero ha sido y es habitual que se bailen tras él. De hecho, y tal y como informa J.M. Beltran, “jaso dugun informazioaren arabera halakoetan “korroko” biribilketaz gain beti dantzatzen zirenak “Fandangoa” eta “Bizkaikoa” motakoa ziren” (según la información que hemos recogido, además de la biribilketa “de corro” siempre se bailaban las de tipo “Fandango” y “Bizkaiko” (Beltran, 2006, 60). El Inguru handi se realiza tres veces, dos el zortziko (aunque pueden ser más -tantas como dantzaris-) y el Inguru txiki dos o tres. Los puentes (zubiak) por su parte, suelen ser dos y se realizan entre los inguru handiak.
El ingurutxo de Iribas es uno de los ingurutxos del Valle de Larraun y comparte con el resto melodías y coreografías. Beltran identifica dos grupos de danzas difertentes dentro del ingurutxo: las danzas del conjunto “Inguru handia” y las del conjunto “Inguru txikia”. En esta ficha del Atlas se hace más distinciones (es el caso de los puentes y de los zortzikos), aunque estas últimas estén íntimamente ligadas a los Inguru handi.
En la evolución histórica del ingurutxo de Iribas encontramos dos testimonios claramente diferenciados: el que nos ofrecen la investigación realizada por J.M. Beltran y el grupo Argia por un lado, y, por otro, la información que nos proporciona F. Arrarás. La información que ofrecen ambos testimonios es diferente y por ello los veremos por separado.
La mayor parte de los ingurutxos de Navarra llegaron muy debilitados a la guerra de 1936-39, cuando no habían desapare...leer más
En la evolución histórica del ingurutxo de Iribas encontramos dos testimonios claramente diferenciados: el que nos ofrecen la investigación realizada por J.M. Beltran y el grupo Argia por un lado, y, por otro, la información que nos proporciona F. Arrarás. La información que ofrecen ambos testimonios es diferente y por ello los veremos por separado.
La mayor parte de los ingurutxos de Navarra llegaron muy debilitados a la guerra de 1936-39, cuando no habían desaparecido ya. El Ingurutxo de Iribas se mantenía en práctica en esos años anteriores a la guerra, tal y como recogen los informes de investigación de J.M. Beltran, de Argia o de Ortzadar a partir de los testimonios de antiguos participantes. Pero en los años posteriores a la guerra de dejó se bailar.
Tras muchos años de no bailarse, en 1968 lo recuperó el grupo de danzas Argia, de Donostia, a partir de una investigación sobre el terreno comenzada por por Juan Mari Beltran (Beltran, 2006, 73). El ingurutxo fue llevado al escenario en 1969 junto a otras danzas navarras. En esos momentos se enseñó el ingurutxo a un grupo de jóvenes de Iribas que lo bailó en un Certamen de danza tradicional, en el que se recibió el premio a la danza más antigua. Pese a ello, el ingurutxo volvió a dejarse de bailar y la situación se mantuvo hasta que en la primavera de 1997, Juan Mari Beltran entró en relación con Inazio Azpirotz y Miren Juanena y retomaron la labor de recuperación. Juanena aprendió el ingurutxo de sus padres, que lo habían bailado en los años anteriores a la guerra. De hecho, fue la madre de Miren Juanena la que enseñó el ingurutxo en 1979. Con el objetivo de la recuperación del ingurutxo se creó entonces el Grupo de Danzas Basakaitz. El Grupo recuperó el ingurutxo y desde entonces se ha bailado todos los años con motivo de las fiestas patronales. El ingurutxo se ha bailado desde entonces en la era de Joainea.
Además de en las fiestas patronales, antiguamente se bailaba también en otras ocasiones, como pueden ser los carnavales, “pero en los últimos tiempos era en las Fiestas Patronales cuando se bailaba el Ingurutxo de manera firme y "oficial" (Beltran, 2016a, 14). Cuando se realizaba fuera de las fiestas, generalmente se bailaba sin instrumentos musicales, esto es, se cantaba o se bailaba “haciendo sonar alguna armónica” (ezpainetakoa)(Beltran, 2016a, 14).
A tenor de la información recogida, parece que el ingurutxo no se bailaba o se interpretaba de manera completa siempre, esto es, según las circunstancias se bailaba una danza u otra de las que lo integran. En este sentido, Beltran identifica dos modos de bailarlo: uno si se sabía de antemano el lugar y la hora donde se iba a bailar, y otro si no existía esa “cita”. El primer caso se da, por ejemplo, en las fiestas patronales: el txistulari interpretará todas las partes del ingurutxo. En el segundo caso los mayordomos le podían decir al txistulari, en caso de haberlo, qué tenía que tocar y dónde; o bien se podía interpretar sin músicos en el contexto, por ejemplo, de los artazuriketak (operación de deshoje del maíz) y entonces se cantaban aquellas piezas que se tenían a bien. En el primer caso las danzas seguían un orden “fijo”: 3 Inguru handi, zortziko, otro Inguru handi (repetición del primero), 3 Inguru txiki, Jota y Bizkaiko. Es preciso remarcar en este punto que las danzas no tenían el nombre que les damos ahora. Así nos lo explica Beltran: “Iribasen Ingurutxoaren “Zortzikoa” eta bukaerako “Jota” eta “Bizkaikoa” izan dira izendatutako dantza bakarrak. Bertan guk ez dugu sekula bestelako izendapenik entzun. Beti lehen dantza, bigarrena eta horrela izendatuak izan dira… Hemengo izen gabeko dantza hauek beste tokietan Inguru-handi eta Inguru-txiki multzoetan kokatuko ditugu (El “Zortziko” y la “Jota” y el “Bizkaiko” del final han sido las únicas danzas con nombre del Ingurutxo de Iribas. No hemos oído otro nombre aquí en ninguna ocasión. Siempre han sido nombradas como la primera danza, la segunda, etc. Estas danzas sin nombre de aquí se corresponden con el Inguru-handi e Inguru-txiki de otros lugares)” (Beltran, 2006, 62)
Podríamos decir, pese a lo dicho, que el Ingurutxo no comenzaba propiamente en la plaza en aquellas épocas. Los músicos se dirigían a la plaza o a la era donde se fuera a bailar, desde la casa donde comían. Lo hacían interpretando una biribilketa (le llamaban “martxa”) bajo las órdenes de los mayordomos. Una vez en la plaza y tal y como se ha dicho, las danzas se interpretaban en un orden fijo: Inguru handiak, los puentes, los zortzikos y los inguru txikis. Al final se bailaban danzas de moda o tradicionales: fandango, porrusalda...
Esta es la versión que el grupo Argia y J.M. Beltran recogieron en su investigación y es la que hoy en día se baila en Iribas. Como hemos comentado, el folklorista Patxi Arraras publicó en su momento un epígrafe sobre el Ingurutxo de Iribas en una de sus publicaciones (Arraras, 1987, 120). Existe una diferencia esencial con los trabajos publicados por J.M. Beltran: este nos informa sobre los informantes, mientras que los posibles informantes de Arraras permanecen en el anonimato. Además, la publicación de este fue póstuma y todo ello puede arrojar una sombra de duda sobre la información aportada. Pese a ello, vamos a verla.
P. Arraras no dice que el Ingurutxo tiene cuatro partes: Soka dantza, Belauntziko, Pañuelo dantza e Inguru dantza (Arraras, 1987, 120). Si bien la Pañuelo dantza, la Inguru dantza y el Belauntziko se corresponden con los actuales Inguru handi, Inguru txiki y Zortziko, y con sus descripciones, no ocurre lo mismo con la Soka dantza. Esta no aparece en los trabajos de J.M. Beltran, donde no se nombra ningún tipo de protocolo para iniciar la danza. Arraras nos dice que la Soka dantza “consiste en la formación de las parejas de los danzantes” (Arraras, 1987, 120). Los chicos, cogidos de la mano, entran en la plaza al ritmo de la melodía, andando y, como en el Ingurutxo, girando el grupo en el sentido contrario a las agujas del reloj. El primero y último dantzari son los “danbolinausiak” (mayordomos), que se diferencian de los demás por las dos bandas azules que, colgando de cada hombro, les cruzan el pecho y la espalda.
Los “danbolinausiak” bailan sin vestir la txapela, que llevan en la mano libre y con la que saludan al público mientras dan una vuelta completa a la plaza. A continuación comienzan a entrar en la plaza las chicas, también en cadena y llevando como comienzo y final de la cadena a dos chicos que son los “serbitzariak”, servidores o ayudantes de los mayordomos” (Arraras, 1987, 120). Los diferencia de los demás una banda azul cruzada al pecho. La txapela la llevan, como los mayordomos, en la mano.
Cuando la soka de las chicas entre en la plaza, la de los muchachos se detiene mientras la de ellas se les coloca a la par. Entonces el zerbitzari delantero comienza a romper la soka de los chicos colocando a las chicas entre estos, uniéndose todos por medio de pañuelos. Una vez conformada la nueva cadena, esta comienza a caminar al ritmo de la melodía.
El siguiente movimiento es el puente que realizan los dos primeros dantzaris levantando sus brazos. Por debajo de él pasará el resto del grupo comenzando por el tercero. Mientras se realiza el “zubia”, el paso es marcado por un redoble del atabal.
A continuación, y tras un toque especial del atabal, “se desprenden los bailarines de los pañuelos que les unen a sus compañeras. Avanzan tres pasos hacia el centro de la plaza y girando una media vuelta se colocan frente a frente de su compañera y bailan en esta posición el Belauntziko” (Arraras, 1987, 121).
Tal y como vemos, esta descripición podría corresponder a la Soka Dantza de Leitza, por ejemplo. Urbeltz, sin embargo, nos dice que la Soka Dantza y el Ingurutxo son dos danzas diferentes: “La gente de edad siempre la ha diferenciado (la Soka dantza) del Ingurutxo propiamente dicho” (Urbeltz, 1978, 85). Pero continua: “La Soka-dantza, precediendo al Ingurutxo, ha desaparecido en la mayoría de los pueblos. ünicamente se sostiene un sustrato de aquélla a través del Billantziko, sustituido en algunas partes, valle de Arakil, por ejemplo, por el Fandango y la Porrusalda o Bizkaiko. en otros pueblos, el residuo de ls Soka-dantza parece unido a un Zortziko de ocho puntos, Betelu y Huitzi” (Urbeltz, 1978, 88).
Más arriba se ha comentado que Beltrán no la nombra en sus publicaciones. Beltran formaba parte de Argia en aquellos años y existen fotografías de una actuación de Argia de 1971, en la que se muestra ese primer movimiento de las chicas a través de la Soka dantza.
El propio nombre de Belauntziko tampoco nos lo da Beltran, que sí nos da el de Billantziko y quizá se hayan podido utilizar los tres en el contexto del Valle de Larraun, aunque Arrarás sólo nos dé aquel primero.
Tras bailar el Belauntziko “los bailarines forman dos filas paralelas, ocupan los muchachos la de la izquierda y se unen las parejas por medio de un vistoso pañuelo” (Arraras, 1987, 122). Entonces comienza la danza que denomina Pañuelo dantza, que se correspondería con la que ahora denominamos Inguru handi. Tras esta primera Pañuelo dantza e inmediatamente a continuación, se realiza una nuevo puente, pero esta vez el primer dantzari en pasar es el que va en última posición.
La última danza del Ingurutxo, según Arrarás, sería la llamada Inguru dantza. Aquí los dantzaris se liberan de los pañuelos que los unen y bailan sueltos. La danza se corresponde con la que actualmente denominamos Inguru txiki, pero con algunas variaciones coreográficas. La melodía que nos ofrece Arraras se puede dividir en tres frases musicales: la primera y la tercera acoge a los movimientos coreográficos que se realizan hoy en día, mientras que la segunda, que se encuentra entre las otras dos, hace que los dantzaris bailen en el sitio, enfrentadas las parejas pero bailando en el sitio, sin desplazamiento.
Los dantzaris de Basakaitz Dantza Taldea. No hay cantidad fija.
MULTIMEDIA
IRIBASKO INGURUTXOA. 2012. Resumen
El ingurutxo es una danza social y, en ese sentido, de libre participación. Es por ello que cada cual bailaba con la ropa que vestía ese día: en los días de fiesta con ropa de festivo, y el resto de los días con la correspondiente a la situación en la que se bailara.
Tal y como se ha dicho más arriba, el Ingurutxo de Iribas lo realiza el Grupo de Danzas Basakaitz y ello a traído como consecuencia la utilización de vestimenta especial.
El ingurutxo es una danza social y, en ese sentido, de libre participación. Es por ello que cada cual bailaba con la ropa que vestía ese día: en los días de fiesta con ropa de festivo, y el resto de los días con la correspondiente a la situación en la que se bailara.
Tal y como se ha dicho más arriba, el Ingurutxo de Iribas lo realiza el Grupo de Danzas Basakaitz y ello a traído como consecuencia la utilización de vestimenta especial.
Los chicos visten pantalón mil rayas oscuro, camisa blanca, chalecho, boina y faja negras, zapatos negros y, como complemento, un pañuelo blanco y castañuelas (kaskainetak)-
Las chicas visten falda larga, camisa blanca o de un color que le vaya bien a la falda, y zapatos.
Si bien R.M. Azkue y el Aita Donostia realizaron investigaciones en el valle de Larraun, las melodías y partituras del Ingurutxo de Iribas se las debemos al Grupo de danzas Argia y, especialmente, a Juan Mari Beltran, que participó de dicho grupo y que con anterioridad había investigado el folklore larraundarra.
Muchos han sido, seguramente, los txistularis que han pasado por Iribas. Entre los nombres recogidos por Juan Mari Beltran, resalta el de Xalbador Mutuberria, de Zubieta. Ta y como cuentan los informantes, Xalbador “el danbolintero” acudía a Iribas con su hijo, que tocaba el atabal. Con el paso del tiempo, el hijo de Xalbador iba con el acordeón, mientras el padre seguía con el txistu.
PRESENTACIÓN
El ingurutxo de Iribas es bailado por el Grupo de Danzas Basakaitz todos los años en las fiestas del pueblo, el último fin de semana de agosto. Al ser bailado por el Grupo de Danzas Basakaitz, se utiliza indumentaria especial para bailar. Es por ello, entre otros motivos, por lo que el ingurutxo hace tiempo que dejó de ser una danza “popular”, en el sentido de abierta a todos y todas.
El ingurutxo lo conforman cuatro danzas hoy en día (Inguru handia, zubiak, Inguru ...leer más
En la evolución histórica del ingurutxo de Iribas encontramos dos testimonios claramente diferenciados: el que nos ofrecen la investigación realizada por J.M. Beltran y el grupo Argia por un lado, y, por otro, la información que nos proporciona F. Arrarás. La información que ofrecen ambos testimonios es diferente y por ello los veremos por separado.
La mayor parte de los ingurutxos de Navarra llegaron muy debilitados a la guerra de 1936-39, cuando no habían desapare...leer más
Los dantzaris de Basakaitz Dantza Taldea. No hay cantidad fija.
MULTIMEDIA
El ingurutxo es una danza social y, en ese sentido, de libre participación. Es por ello que cada cual bailaba con la ropa que vestía ese día: en los días de fiesta con ropa de festivo, y el resto de los días con la correspondiente a la situación en la que se bailara.
Tal y como se ha dicho más arriba, el Ingurutxo de Iribas lo realiza el Grupo de Danzas Basakaitz y ello a traído como consecuencia la utilización de vestimenta especial.
Los chicos vis...leer más
Si bien R.M. Azkue y el Aita Donostia realizaron investigaciones en el valle de Larraun, las melodías y partituras del Ingurutxo de Iribas se las debemos al Grupo de danzas Argia y, especialmente, a Juan Mari Beltran, que participó de dicho grupo y que con anterioridad había investigado el folklore larraundarra.
Muchos han sido, seguramente, los txistularis que han pasado por Iribas. Entre los nombres recogidos por Juan Mari Beltran, resalta el de Xalbador Mutuberria, de Zubieta. Ta y como cuentan los informantes, Xalbador “el danbolintero” acudía a Iribas con su hijo, que tocaba el atabal. Con el paso del tiempo, el hijo de Xalbador iba con el acordeón, mientras el padre seguía con el txistu.
Arrarás Soto, Fco (1987): Danzas e indumentaria de Navarra. Merindad de Pamplona. Institución Príncipe de Viana. Gobierno de Navarra. p. 120
Beltran Argiñena, Juan Mari (1995): Silla-dantza eta Almute-dantza. Iribasko bi dantza-jokuak. SUKIL, Cuadernos de Cultura Tradicional Aldizkarian. Ortzadar Euskal Folklore Taldea, Iruñea. 29-38 o..
Beltran Argiñena, Juan Mari (2006): Larraungo ingurutxoak edo ingurutxoak Larraun aldean. Dantzaria...leer más
En el Grupo de Danzas Basakaitz
Se transmite como parte del repertorio del Grupo de Danzas Basakaitz
Desde hace algún tiempo el ingurutxo tiene un problema. En un comienzo, lo que luego fue el Grupo de Danzas Basakaitz era un grupo de Iribas. Con el tiempo, la sede social del grupo se estableció en Pamplona-Iruña. Hoy en día no podemos decir que Basakaitz sea un grupo de danzas de Iribas. Es más, el concejo de Iribas contrata al Grupo de Danzas para que baile el ingurutxo durante las fiestas del pueblo y ello lo deja al albur de las circunstancias de dicho Grupo. ...leer más
Tal y como se ha comentado en el apartado "Diagnóstico", el futuro del ingurutxo no se encuentra ahora mismo en manos del pueblo de Iribas, sino en las de un Grupo de Danzas de Pamplona-Iruña.
Los iribestarras no bailan el ingurutxo, sino un Grupo de Danzas que viene del exterior. La transmisión de la danza no están en el pueblo de Iribas.