ZAHAGI DANTZA DE GOIZUETA

Como ocurre con gran parte de las manifestaciones populares, no hay muchos datos de la evolución histórica de esta danza. Pero sí existe una historia sobre el personaje que porta el odre: es la historia de un carbonero que, tras pasar el año en el monte haciendo carbón, regresa al pueblo con su odre vacío tras haber bebido su contenido durante el año. Una vez en la taberna, el carbonero se emborracha y quiere dar besos a las chicas, que huyen para que no les manche la cara de negro. Viendo esto, los mozos del pueblo intentan echarlo del mismo dando golpes a su odre.

El folklorista Garmendia Larrañaga investigó los carnavales de Goizueta y describió los rituales de la comparsa. En lo básico se mantiene la tradición sin cambios, pero con dos apreciaciones: El grupo de Mozorrok ha pasado a ser mixto, jóvenes de ambos sexos participan activamente en la fiesta. La segunda hace referencia a la denominación de los participantes:  

“Los jóvenes o “gazteak” son los que salen “zomorrotuta”...Estos “mozorrok” del “Astelen Iñote - los disfrazados del domingo de carnaval son “zomorrok”-...A primera hora de la tarde, los jóvenes o “gaztek” preparan el pellejo o “zagia” preciso para el ulterior baile al que da nombre, que es el “zagi dantza”. El pellejo lo inflan entre varios jóvenes, lo inflan a boca, entre bromas y chanzas a tono con el día.

A eso de las cinco de la tarde sale la cuadrilla a la vía pública, con los músicos y el “zomorro” que lleva el pellejo atado con una cuerda a la espalda.

Este “zomorro”, y no “mozorro”, viste grotescamente y va con el rostro tiznado. Dentro de lo permitido por la interpretación del baile se mueve indisciplinadamente, procurando ensuciar con la cara a los espectadores.

Junto al joven del “zagi” se distribuyen seis u ocho “mozorrok” con el correspondiente palo o “makilla” en la mano...Llegado el momento indicado el baile, el “zagi” o pellejo a la espalda del joven agachado en el centro de los mentados seis u ocho “mozorrok”, es apaleado por estos” (Garmendia, 1984, 124)

Por su parte, Patziku Perurena nos ofrece otras informaciones sobre la zahagi dantza : “Gain­de­giko Luis Elizegiri jasoa di­zut, ordea, honako perla hau: «Don Bixentek esan izandu zeak niri: banda sortu zun botikario ark berak moittu izandu men zula emengo zaidantza». Ez dakit nondik aterako zuen datu hori D. Bixentek, baina hala izateko traza guziak baditu. Seguru aski ere, R. M. Azkue lekeitiar haundiak 1912 aldean Kexero zenari jaso zion partitura hauxe erabiliko baitzuen Antonio Segura botikariok, ordurako galduxea zen zagidantza indarberritzeko.” (Perurena, 2016)

(“A Luis Elizegi, de Gaindegi, le he recogido esta perla: «Don Bixentek esan izandu zeak niri: banda sortu zun botikario ark berak moittu izandu men zula emengo zaidantza» (Don Bixente me dijo: “Según parece, fue el boticario que creó la banda el que movió la zahagi dantza (“zaidantza”)”. No sé de dónde sacó ese dato D. Bixente, pero tiene todas las pintas de que fue así. Seguramente, Antonio Segura, el boticario, también utilizó la partitura que el gran lekeitiarra R.M. Azkue recogió hacia 1912 del difunto Kexero, y la usó para recuperar una zagidantza que ya para entonces estaba algo perdida). Pero no es el único dato que nos ofrece en su artículo. La zahagi dantza la bailan dantzaris, pero zahagi dantzariak son aquellos que portan el odre: “he aquí los nombres de los zagidantzaris más renombrados, de los que los goizuetarras todavía se acuerdan: Kaspar, Do­mi­­ña Motza, Baztanbordako Xi­mon, Loar­ta­ko Gorria, Andres Bor­dazpi­koa... Exteben Loiarte Per­mizina y Donfermingo Joan Mari Eskudero... Pero el mejor de entre todos, Kapero­tti­kiko Rufino Loiarte, ... ”(Perurena, 2016)

Otro cambio que se ha producido con el tiempo ha sido el del número de portadores del odre (zahagi dantzariak). Los testimonios más antiguos, como los recogidos hasta ahora, nos hablan de un solo zahagi dantzari, pero eso cambió a finales de los 70 o comienzos de los 80 del siglo pasado y ahora son dos (Etxaide, 1985).